La labor de esa mañana fue restaurar dos de los bancos del gimnasio que estaban deteriorados. Así que Arturo, Álex, Issa y Florín nos pusimos manos a la obra. Como se puede ver en la imagen, tuvimos que utilizar diferentes herramientas (el sargento o gato, el martillo, los alicates y un poco de silicona) para fijar bien las patas de los bancos y conseguir de esta manera más estabilidad.
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